La persona con más poder y mayor estatus de la Edad del Cobre en la península ibérica fue una mujer.
Vivió alrededor del 3000 a. C. y su tumba fue descubierta en 2008. Inicialmente, debido al tipo de entierro, se pensaba que era un hombre, aunque no estaba del todo claro.
El análisis con una novedosa técnica del estudio de los péptidos del esmalte de su dentadura ha revelado que sin lugar a duda los restos de la tumba de Valencina (Sevilla) son de una mujer.
En el ajuar de su tumba se han encontrado numerosos objetos exóticos como una daga tallada de marfil, colmillos de elefantes asiáticos y africanos, huevos de avestruz o ámbar de Sicilia, lo cual demuestra que fue una persona muy especial en su sociedad.
Los estudios hechos por los antropólogos sugieren que esta mujer alcanzó su estatus a través del mérito y los logros que hizo en vida y lo consiguió bastante rápido.
La Dama de Marfil llegó a ser tan importante que incluso 80 años después de muerte aún era venerada y la gente iba a su tumba a dejar ofrendas y mostrar respeto.
Este descubrimiento cambia por completo los esquemas sociales de nuestras antepasadas y cuestiona la narrativa largamente extendida de que sólo los hombres ostentaban puestos de poder en las sociedades.
Curiosidades: Os preguntaréis por qué La Dama de Marfil lleva pintado el cuello de rojo. Bien, resulta que durante la Edad del Cobre las sociedades que habitaban en la península Ibérica encontraban el cinabrio como un elemento de sofisticación muy atractivo por su color rojo brillante. El cinabrio es un sulfuro de mercurio que se utiliza como pigmento para decorar cuevas, tumbas, objetos e incluso el cuerpo. De hecho, en la tumba de La Dama de Marfil está muy presente, otra cosa más que nos muestra la importancia de esta mujer.